La vida con el síndrome de Hunter
Cuidar de un niño con síndrome de Hunter puede afectar cada aspecto de la vida diaria, no solo en cuanto a las necesidades médicas, sino también en cuanto al impacto social, emocional y en el estilo de vida.
Requerirá muchas citas con médicos y otros proveedores de atención médica, que se describen con más detalle en esta sección de este sitio web. Es posible que necesite hablar con su empleador sobre ausentarse del trabajo para acudir a citas o cuidar de su hijo. El folleto Información para empleadores que se encuentra en la página Familia y relaciones tiene más información al respecto.
El síndrome de Hunter afectará la vida de los familiares y amigos de la persona que padece la enfermedad, tanto a nivel emocional como práctico. Hay diversas formas de apoyo disponible, consulte la página Recursos para obtener más información.
En esta sección, puede obtener más información sobre las formas prácticas en las que puede brindarle apoyo a su hijo, su familia y a usted mismo.
ATENCIÓN MÉDICA
El síndrome de Hunter puede afectar diferentes partes del cuerpo, lo que significa que para controlar la variedad de síntomas, es probable que un equipo de profesionales de atención médica de varias especialidades participe en la atención médica de su hijo. Esto se conoce a veces como un equipo multidisciplinario (multidisciplinary team, MDT).
Se recomienda que en el momento del diagnóstico, se realice una evaluación completa de las partes del cuerpo comúnmente afectadas. Estas áreas luego se revisan a intervalos según las necesidades de la persona y la práctica habitual de sus especialistas locales.
Descripción general de los especialistas
A continuación, se describen algunos de los especialistas que pueden formar parte del equipo de profesionales de atención médica que trata a su hijo.
Un pediatra es un especialista en la atención médica de bebés, niños y jóvenes. El síndrome de Hunter a menudo se presenta en los primeros años de la infancia, por lo que es posible que su médico de familia (médico de cabecera) lo derive inicialmente a un pediatra y este puede comenzar a ser su principal contacto de atención médica.
Durante los controles, un pediatra realizará un examen físico, que puede incluir el control de la estatura, peso, audición, visión, articulaciones y huesos, y la función pulmonar de su hijo.
La frecuencia de los controles dependerá de la edad de su hijo y de lo que se encuentre disponible en su centro local. En general, los niños menores de 1 año recibirán controles cada dos meses, luego, entre su primer y segundo año, recibirá controles cada 3 a 6 meses. A partir de los 2 años, los controles serán menos frecuentes.
Un especialista en oídos, nariz y garganta (también conocido como otorrinolaringólogo) es un experto en enfermedades que afectan los oídos, nariz y garganta. El síndrome de Hunter frecuentemente causa síntomas otitis, goteo nasal crónico y problemas para tragar.
Los exámenes de otorrinolaringología de rutina pueden incluir pruebas de audición (se recomienda que se realicen cada 6 a 12 meses) y control de la respiración (todos los años).
Si se producen otitis constantes, o problemas auditivos producidos por la acumulación de líquidos (conocida como otitis media adhesiva), el otorrinolaringólogo puede aconsejar que se coloquen tubos de timpanostomía o de ventilación (un tubo muy pequeño que se coloca en el tímpano para drenar líquido). En ocasiones, se puede recomendar la extracción de las adenoides o amígdalas. Los problemas auditivos también se pueden tratar con el uso de un audífono.
Un cardiólogo se especializa en enfermedades que afectan el corazón y la circulación de sangre. La acumulación de glicosaminoglicanos (GAG) producida por el síndrome de Hunter puede causar problemas en las válvulas y los músculos del corazón, la regularidad de los latidos y la presión arterial.
Las pruebas que el cardiólogo puede realizar para evaluar el corazón incluyen un ecocardiograma (control visual por medio de una ecografía) o electrocardiograma (ECG; controla la actividad eléctrica del corazón). La frecuencia de las evaluaciones cardíacas dependerá de las necesidades de la persona, pero la frecuencia recomendada es cada 1 a 3 años.
Los neurólogos se especializan en los nervios y el cerebro. Se recomienda realizar una RESONANCIA de cabeza y cuello PERIODICA para controlar el cerebro y la médula espinal.
A menudo, el síndrome de Hunter causa síndrome del túnel carpiano (compresión de los nervios en la mano y muñeca), que debe controlarse a los 4 o 5 años, y luego cada 1 a 2 años. El síndrome del túnel carpiano se puede corregir a través de una cirugía; sin embargo, la anestesia para una cirugía supone riesgos para pacientes con síndrome de Hunter debido a los problemas asociados a la respiración.
La capacidad cognitiva y la conducta también se controlan a intervalos anuales. El síndrome de Hunter de tipo neuronopático causa retraso en el desarrollo, problemas de conducta y deterioro cognitivo progresivo, por lo que es importante que se evalúe a intervalos anuales. Si cree que su hijo debe ser evaluado, puede comunicarse con su neurólogo para solicitar una cita.
Un neuropsicólogo puede formar parte del equipo de atención médica y es posible que reciba controles regulares con este especialista para contribuir a los problemas de conducta, emocionales y sociales.
Los neumonólogos son especialistas en los pulmones y las vías respiratorias, y pueden contribuir a los problemas respiratorios y obstrucción de las vías respiratorias que puede provocar el síndrome de Hunter.
Se recomienda el control anual de la capacidad respiratoria y realizar una broncoscopia para visualizar las vías respiratorias cuantas veces sea necesario, y antes de cualquier cirugía.
A menudo, la respiración durante el sueño resulta complicada para las personas con síndrome de Hunter. Se recomienda realizar un estudio del sueño cada 3 a 5 años o si se sospecha una apnea del sueño obstructiva (obstrucción temporal de las vías respiratorias durante el sueño). El aparato respiratorio se puede utilizar durante el sueño para ayudar a aliviar este problema. Si hay obstrucciones de las vías respiratorias, se pueden eliminar quirúrgicamente.
Un ortopedista es un experto en el manejo de las afecciones óseas y articulares, y puede tratar los problemas de movilidad, forma de los huesos y la columna vertebral, rigidez en las articulaciones, etc. que puede provocar el síndrome de Hunter. Se recomienda evaluar anualmente el movimiento de las articulaciones y es posible que se realicen radiografías si se sospechan problemas de cadera y columna vertebral.
Algunos pacientes pueden necesitar una cirugía para mejorar estos problemas. Los fisioterapeutas pueden ayudar a mejorar la movilidad y el movimiento de las articulaciones, y sugerir ejercicios para hacerlo. Los aparatos ortopédicos, como aparatos para caminar, rodilleras, coderas o calzados ortopédicos, también se pueden recomendar para mejorar la movilidad.
Se recomiendan controles dentales estándares (6-mensualmente) y pruebas de la visión (anualmente) para las personas con síndrome de Hunter. Otros especialistas a los que pueden derivarlo incluyen terapeutas del habla, gastroenterólogos (para ayudar con los problemas del sistema digestivo) y nutricionistas. También es posible que tenga citas con especialistas en este síndrome, como enfermeros especializados, especialistas en enfermedades de depósito lisosomal y genetistas. Los terapeutas ocupacionales también pueden recomendar adaptar el entorno a las capacidades de la persona.
Información útil
- El folleto informativo Cómo hablar sobre el síndrome de Hunter con el médico de su hijo incluye algunos consejos que podrían resultarle útiles para aprovechar sus citas médicas al máximo.
- Debido a que es posible que reciba controles de diferentes profesionales de atención médica, es útil llevar un registro de los horarios de estos y de lo que se analizará.
- Además, es útil tomar notas durante las citas, mantenerse informado de los resultados de análisis y hacer preguntas para asegurarse de que comprende la información que le brindan.
- Para llevar un registro de los cambios en su hijo entre cada cita, puede tomar notas en el Diario del síndrome de Hunter. Este puede ser un registro útil para llevar a las citas médicas y facilitar las conversaciones.
- Mantenerse activo es una excelente manera de gastar energía y divertirse, y también ejercitar los músculos y las articulaciones. Consulte con su médico el nivel de actividad adecuado y ocúpese de realizar adaptaciones según las capacidades y la salud general de su hijo.
- Los grupos de apoyo para pacientes y las sociedades pueden ser de gran ayuda; puede entablar una amistad con las familias que están atravesando una situación similar a la de usted y recibir consejos sobre cómo vivir con síndrome de Hunter.
El Diario del síndrome de Hunter ayuda a llevar un registro de los cambios en su hijo entre cada cita, una herramienta útil para llevar a las citas médicas y facilitar las conversaciones.